En este caso Catalina House actuó sobre dos casitas gemelas que compartían terreno.
En una se optó por una línea decorativa más sobria y elegante, por el uso del color muy puntual, solo presente en algunas piezas clásicas del diseño contemporáneo.
En la segunda casita se potenció su carácter propio. En este caso predomina una mezcla de mobiliario con piezas recuperadas donde el color tiene más protagonismo y donde los elementos autóctonos de Formentera resaltan, como el cabecero de esparto o las contraventanas exteriores, que se utilizaron en el interior para separar ambientes y complementar ventanas.
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