Una reforma integral para definir una imagen corporativa, unánime y reproducible en las otras oficinas de la agencia de viajes.
El planteamiento de los clientes era encontrar un sello personal para las oficinas de la agencia, consiguiendo así una imagen en la que se pudiera reflejar su espíritu soñador, y a su vez muy profesional.
Como hilo conductor se aposto por el color gris y las rayas horizontales y en diferentes anchos. El gris consigue que el ambiente transmita seriedad y neutralidad, pero desmarcándose del clásico blanco; mientras que las las rayas, aportan carácter y dan continuidad a los espacios de toda la oficina.
La selección del mobiliario de oficina se hizo con sumo cuidado con el fin de conseguir un ambiente acogedor sin perder el carácter laboral. De esta forma, se introducen algunos elementos con un tono doméstico para acabar de complementar esta narrativa.
También desde el exterior se quiso transmitir esta misma esencia dual con el toldo inclinado, los letreros verticales a lado y lado e incluso la jardinera, que aportan un carácter señorial y elegante que se acaba de asentar con el color negro que contrasta con los tonos claros de la fachada modernista.
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