Este piso se reformó completamente y para su interior se proyectó una nueva distribución.
La magia de Catalina House transformó un apartamento de muy pocos metros cuadrados en una vivienda con dos dormitorios con baño completo y aseo.
En las zonas comunes, la cocina se abrió al salón mediante una barra para desayunos, mientras que el comedor se instaló en la terraza, ya que su uso es más estival.
Detalles muy nuestros, como un cabecero diseñado en persiana plegable que, abierto, permite unas maravillosas vistas panorámicas al mar, prolongadas con las del dormitorio, mientras se come o desayuna. O la elección del tono verde agua para el sofá, que mantiene el hilo conductor de las baldosas de la cocina. Y el luminoso blanco de la isla como fondo.
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